La leche de soya es uno de tus mayores aliados si quieres enriquecer tu alimentación y evitar problemas de salud. Se elabora de una proteína vegetal de gran calidad nutritiva que a la vez es una buena fuente de proteínas también presentes en la leche de vaca, huevos, carne y pescado. La leche de soya se obtiene del remojo, trituración, cocción y filtrado de las semillas de soya.
ABSOLUTAMENTE SALUDABLE
Hay muchas y muy buenas razones para que agregues a tu dieta esta leche:
Desarreglos hormonales: Es rica en fitoestrógenos, que son compuestos similares a las hormonas del cuerpo femenino. Por lo tanto consumirla diariamente te ayuda a prevenir el cáncer de seno, regular la función endocrina, aliviar el síndrome premenstrual, disminuir desarreglos menopáusicos como los sofocos, que se producen por el descenso de las hormonas estrogénicas protectoras de la mujer, una vez que pasa su etapa fértil.
Colesterol: Comparada con la leche de vaca, la de soya contiene menos grasas saturadas y nada de colesterol. En cambio, sí tiene ácidos que ayudan a reducir el colesterol total y el malo (LDL) que se deposita en las arterias y las bloquea. También contiene lecitina, que también ayuda a evitar que se acumule grasa en las arterias.
Trastornos digestivos: Es fácil de digerir porque no contiene lactosa, que en quienes son intolerantes a ésta, causa malestares como dolor abdominal, diarrea, distensión digestiva y flatulencia.
Osteoporosis: Ayuda a prevenir la desmineralización de tus huesos. Pero es muy importante que busques una marca de leche de soya que esté enriquecida con calcio y vitaminas.
Enfermedades cardiovasculares: Según los especialistas en nutrición, cuanta más leche de soya tomes, menos riesgo tienes de sufrir riesgos cardiovasculares como lo son los infartos.
Obesidad: También puedes incluirla en una dieta para adelgazar, ya que tiene las mismas calorías que la leche descremada y es baja en carbohidratos.
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